Disfunción de la articulación temporomandibular

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La disfunción de la articulación temporomandibular (ATM) es un trastorno que afecta la articulación que conecta la mandíbula con el cráneo, así como los músculos que controlan el movimiento de la mandíbula.

En qué consiste

La disfunción de la articulación temporomandibular (ATM) es un trastorno que afecta la articulación que conecta la mandíbula con el cráneo, así como los músculos que controlan el movimiento de la mandíbula. Esta condición puede causar dolor en la mandíbula, el rostro, el cuello y los hombros, así como dificultades para masticar, hablar o abrir y cerrar la boca. Los tratamientos pueden variar desde técnicas de manejo del dolor y fisioterapia hasta procedimientos quirúrgicos en casos más severos.

Cuándo es necesario

La disfunción de la ATM está indicada cuando se presentan síntomas como:
• Dolor o sensibilidad en la mandíbula.
• Dolor en una o ambas articulaciones temporomandibulares.
• Dolor alrededor del oído.
• Dificultad para masticar o dolor al masticar.
• Dolor facial.
• Bloqueo de la articulación, lo que dificulta abrir o cerrar la boca.
• Sonidos de chasquidos o rechinidos al mover la mandíbula.
• Dolores de cabeza frecuentes.

Qué beneficios tiene

El tratamiento de la disfunción de la ATM ofrece varios beneficios importantes:
• Alivio del dolor en la mandíbula, cara, cuello y hombros.
• Mejora de la función de la mandíbula, facilitando la masticación, el habla y otros movimientos mandibulares.
• Reducción de los dolores de cabeza y otros síntomas relacionados.
• Mejora de la calidad de vida al eliminar las molestias y el dolor crónico asociados con esta condición.
• Prevención de daños adicionales en la articulación temporomandibular y los músculos asociados.

Cuánto tarda el proceso de recuperación

El tiempo de recuperación para la disfunción de la ATM varía según el tipo y la gravedad del tratamiento. Para tratamientos no quirúrgicos como la fisioterapia, el uso de férulas o guardas dentales, y técnicas de manejo del estrés, los pacientes pueden empezar a sentir alivio en unas pocas semanas. Sin embargo, es posible que necesiten continuar con estos tratamientos de forma regular para mantener los beneficios.
En casos de tratamientos quirúrgicos, la recuperación puede tomar más tiempo, con un periodo inicial de cicatrización de varias semanas. Durante este tiempo, los pacientes deben seguir las indicaciones del dentista o cirujano maxilofacial, que pueden incluir una dieta blanda, ejercicios de mandíbula y medicamentos para controlar el dolor y la inflamación. La recuperación completa puede tomar varios meses, durante los cuales es crucial asistir a las citas de seguimiento para asegurar una recuperación adecuada.

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